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Shanghái

Shanghái la ciudad más grande

Finales de 2017 fue el momento en el que partimos hacia nuestra periplo asiático que nos llevó en total más de dos meses. En ese tiempo pudimos conocer de primera mano la forma de vida y entresijos de la cultura de este país con una gastronomía excepcional y marcadísimos contrastes.
En este capítulo nos vamos a centrar en Shangái, una de las ciudades más pobladas del mundo y que es el perfecto escaparate de la forma de vida en las grandes urbes asiáticas.

Shanghái, en la costa central de China, es la ciudad más grande del país y un núcleo financiero mundial. En 2018 contaba con un total de 24 millones de habitantes y una superficie de más de 6000km2. El nombre Shanghái nace de dos términos: shang que significa encima de, y hǎi que significa mar, es por tanto conocida como ‘la ciudad sobre el mar’. Divide en dos la parte más tradicional de la financiera el río Huangpu con una longitud superior a 113km y que es una ramificación del río Yangtsé.Grandes zonas ajardinadas contrastan con la silueta de los enormes rascacielos, y parques como el Century Park con cientos de bonsays hacen de pulmón en esta ciudad donde la contaminación es un problema primordial.

Este destino ha sido uno de los más ricos en cuanto a gastronomía de los que de momento hemos podido conocer. Materias primas como la soja dan forma al tofu (preparado con soja fermentada), del que existen aquí más de 500 variedades y formatos, y que es un alimento de base en toda cocina china. Llamaron nuestra atención en mercados y puestos callejeros la berenjena china, muy estrecha y alargada, la raíz de flor de loto (cuyo corte es de una hermosura única!), los tés en forma de flor y el surtido de anguilas, ranas y almejas de los puestos de pescado. 

El choque cultural entre China y Europa es enorme, y eso queda latente también en los estantes de los supermercados y puestos callejeros varios. El huevo centenario, considerado un manjar en el país, es una de esas cosas que no se olvida fácilmente. Es un huevo preservado más de un mes en cal viva, arcilla, y cenizas que le dan un color negruzco, textura gelatinosa y sabor únicos. Se sirve normalmente con salsa picante. Otra elaboración curiosa que catamos fueron los chiles rellenos de sésamo crujiente, el tamal relleno de arroz con soja, una gran variedad de vegetales liofilizados y zumos envasados en bolsitas de transfusión

Mención aparte merece uno de los platos que pudimos degustar casi nada más llegar, en un buen restaurante al que nos acompañaron un grupo de amigos que conocíamos en China: El Hot Pot. ¿En qué consiste? Consiste en colocar en el centro de la mesa una gran olla de caldo (puede ser más suave, menos, picante…) y a su alrededor un montón de ingredientes crudos que se cuecen al momento en ese caldo, y que una vez cocidos se mojan en diferentes salsas y aliños. Entre los ingredientes a cocinar había carne roja, verduras y como no podía ser de otra manera, tofu, que podéis ver al principio en forma de rollito y cómo se despliega una vez lo cocinamos en el caldo. Por si fuera poco, remataban la composición un precioso plato de pato Pekin (que se escalda, laquea con una mezcla melosa y asa) que se presenta siempre en forma de flor. ¡Todo un espectáculo!

Además de comer, comer, y más comer no dejamos pasar la oportunidad de pasear por las preciosas calles de la parte antigua de la ciudad, una de las más impresionantes del mundo. Esta zona tradicional de más de 600 años de antiguedad cuenta con arquitectura tradicional china perfectamente conservada y con mercados y jardines que merecen ser visitados. Bordeando el río está el paseo del Bund, donde asomándonos al río Huangpu se alza el perfil futurista del distrito de Pudong, en el que destacan la Torre de Shanghái de 632m de alto y la Torre Oriental Pearl TV, con sus esferas rosas.

¿Os suenan, verdad? Sí, aquí están los míticos Xiao Long Bao, de masa esponjosa rellena son especialidad en Shangai y se elaboran de manera tradicional en vaporeras de bambú. Los Xiao Long Bao pueden ir rellenos de carne, verduras, o una combinación de ambos, y algunos llevan además también un poco de caldo lo que los hace jugosos, deliciosos, y complicadísimos de comer! Los dumplings se elaboran con una masa diferente, más fina y similar a la del ravioli, y también se encuentran en la mayoría de restaurantes de la ciudad.

– TATA –