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TOSCANA

MONTEPULCIANO, SIENA, SAN GIMIGNANO Y FLORENCIA

Recorrimos parte de esta región, una de las más visitadas de Italia, el invierno del año 2017, como siempre mochila en mano. Se ubica en la zona noroeste de la península con forma de bota alta y en ella están algunas de las ciudades y pueblos más pintorescos de toda Italia. Siglos de historia, paisajes de ensueño y gastronomía hacen de esta zona un destino inmejorable para corazones viajeros. Buen vino autóctono, pasta casera, helado, queso y porchetta (cerdo asado) son algunas de las especialidades que pudimos probar y disfrutar. 

Una buena manera de recorrer esta región es alquilando un coche, y es que hay pueblecitos y rincones a los que nos hubiera sido realmente complicado llegar en medios de transporte públicos como el autobús, por ejemplo. Nuestra primera parada la hicimos en Montepulciano, un municipio que pertenece a la provincia de Siena y tiene unos 14000 habitantes. De origen etrusco (siglo IV) está situada a más de 600m de altitud y los paisajes que la rodean y sus propias callejuelas nos enamoraron nada más llegar.

Nos alojamos en un B & B llamado Pozzo di Radi, cerca de Montepulciano. Un lugar con muchísimo encanto en cuyo sótano elaboraban embutido de manera tradicional. Además visitamos una pequeña bodega de vino, y es que ésta es una zona donde se pueden ver enormes viñedos y cuentan con siglos de tradición vitivinícola. También tuvimos la suerte de encontrar un pequeño restaurante familiar en la carretera. Donde además de producir aceite, cocinan con encanto, probamos pasta hecha en casa con jamón de Parma, trufa y crema de espárragos y una deliciosa entrada típica que es el lardo (tocino, papada) con peras, queso parmesano y vinagre balsámico.

De Montepulciano pusimos rumbo a Siena, una de las ciudades más importantes de la zona. Con más de 50000 habitantes tiene a sus espaldas siglos de historia que se reflejan en infinitos rincones pero más que en ningún otro lugar en su afamada Piazza del Campo, toda ella de ladrillo rojo, donde se ubica el ayuntamiento y donde antaño se celebraba la épica carrera de caballos conocida como el Palio de Siena. Coincidimos además aquí con una concentración de perros sabuesos, y probamos unos buñuelos típicos que elaboraban a pie de calle en un puesto itinerante.

La porchetta es un plato típico de la cocina italiana y en especial de la Toscana que consiste en carne de cerdo (normalmente un cerdo entero), desprovista de huesos y que ha sido asada al horno de leña. La carne se aromatiza con diversas hierbas como romero, ajo, hinojo y otras tantas plantas silvestres. Debe servirse fría, y aunque es libre de aditivos y conservantes, sigue siendo sabrosa y aromática durante al menos dos semanas.

Si sois unos apasionados de la arquitectura medieval visitar San Gimignano debe estar entre vuestros planes futuros. Con menos de 8000 habitantes y ubicado en la cima de una colina, su silueta plagada de torres medievales es una de las postales emblemáticas de la región Toscana sin lugar a dudas. De fundación etrusca y con siglos de historia a sus espaldas conserva intactas 15 de las 72 torres medievales con las que contaba originalmente, y es posible subir a alguna de ellas y admirar el paisaje del entorno. Sus calles empedradas, sus tienditas y gentes tienen un encanto único por lo que os recomendamos (y mucho) visitarla.

Entre otras tantas delicias en este viaje pudimos degustar gnocchi al tartufo (pasta elaborada con patata a la trufa), mortadela artesana, pasta fresca con tomatitos cherry… entre los dulces conocimos los cantucci: Es un biscote seco de almendra que se obtiene sacando del horno el pastel obtenido para cortarlo en rebanadas de aproximadamente 1 cm (en caliente), y acabando de cocer a continuación los trozos cortados durante un rato más, y por supuesto helados artesanales. Vinos de la región y algunas cervezas italianas regaron nuestras comidas.

Nos despedimos de la Toscana con un destino imprescindible: Su capital, Florencia. Con más de 380000 habitantes está considerada como una de las ciudades renacentistas más bellas y mejor conservadas del mundo. Las obras de arte invaden sus calles y su imponente y llamativa catedral destaca entre todas ellas, además del Ponte Vecchio que cuenta con algunas de las mejores joyerías de Europa. Las galerías de La Academia y Uffizi albergan entre otros al David de Miguel Ángel, la Venus de Botticelli o la Anunciación de Da Vinci.

Aprovechamos nuestra estancia en Florencia para visitar en centro comercial Eataly, una cadena italiana dedicada a productos gastronómicos del país de primer nivel. Trufa negra y blanca, quesos de todas las clases y colores, aves, y todo lo que os podáis imaginar. Imparten allí también cursos de cocina y cuentan para ello con cocinas industriales.

– TATA –